La concentración del aumento del desempleo en las rentas más bajas ha convertido a España en el país entre las economías desarrolladas donde más ha aumentado la desigualdad a lo largo de la crisis económica. Según el Informe Mundial sobre Salarios 2014/2015 que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó este viernes 5 de Diciembre en Madrid, la brecha que separa la parte más rica de la parte más pobre de la población se ha incrementado entre un 40% y un 50%, y ha transformado España en el segundo país más desigual —después de Estados Unidos— en el conjunto que incluye la Unión Europea y el gigante norteamericano.
Según Eurostat (2014), España ha incrementado su desigualdad, medida por el coeficiente de Gini armonizado de la renta disponible de hogares equivalentes de la UE, desde 0,313 en 2006 a 0,344 en 2010 y a 0,350 en 2012. Dicho coeficiente mide la desigualdad en la distribución de la renta, que abarca desde 0, en que todas las personas tienen la misma renta disponible, a 1, en que una sola persona detenta toda la renta disponible.
España es hoy el segundo país más desigual de la UE, tras Letonia (0,357) y por delante de Portugal (0,345), Grecia (0,343) e Irlanda (0,330), y lejos de Italia (0,319), Francia (0,305) y Alemania (0,283), siendo Noruega (0,227) el más igualitario. Además, Portugal, Grecia e Italia han logrado reducir su desigualdad al ser sus coeficientes de Gini, en 2007, mayores que en España, Italia (0,338), Portugal (0,381), o iguales, Grecia (0,350).
Una desigualdad creciente reduce, a medio plazo, el crecimiento económico y a largo plazo aumenta la inestabilidad social y política. Por el contrario, una mayor igualdad ayuda al crecimiento. Las políticas fiscales de redistribución ayudan al crecimiento, y una mayor estabilidad social y, a su vez, un crecimiento estable y duradero reduce la desigualdad.
La Estrategia EU2020 puso en marcha un indicador específico, denominado AROPE (At-Risk-Of Poverty and Exclusion), o tasa de riesgo de pobreza y exclusión social. Como está armonizado a nivel europeo, permite comparar entre países y entre comunidades autónomas. Recientemente ha publicado el dossier de la Pobreza en España.
Política de Gasto Social en España
Los datos de Eurostat demuestran que España está muy por debajo aún en el gasto público social respecto a la media europea (6.026 euros por persona, por debajo incluso de Grecia). Pero a nivel de PIB per cápita el país está mucho más cerca de la convergencia con la UE. Es decir, que en teoría hay margen para cambiar y mejorar la recaudación y el gasto público, así como la distribución del mismo. La sostenibilidad futura de la economía española depende de ello. No es posible continuar con estos niveles de desempleo, pobreza infantil, desahucios y pobreza energética. No son asumibles más bajadas de salarios “lentas ineficaces e injustas”. No es propio de un país todavía rico.
La gráfica de abajo mide los porcentajes de beneficios sociales en dinero contante y sonante que se pagan a los quintiles* de población más ricos y a los más pobres. Es una gráfica que aparece en un reciente informe de la OCDE sobre gasto social. Lo que muestra en esencia esta gráfica es que el gasto social en España no se reparte con equidad entre las distintas clases sociales. Bien al contrario, parece estar sirviendo para aumentar la desigualdad: Mientras que el 20% de la población de renta más baja recibe un apenas un 10% del total del gasto público social, el 20% de población más rica recibe algo más del 25%.
El gasto público, tal como está diseñado en España, tiene efectos regresivos y no permite redistribuir la riqueza, sino al contrario.
El gasto público, tal como está diseñado en España, tiene efectos regresivos y no permite redistribuir la riqueza, sino al contrario.
*Quintiles son los grupos de ciudadanos resultantes de dividir la población entre 5 partes iguales, según su renta. El quintil más bajo sería el 20% más pobre, mientras que el quintil más alto sería el 20% más rico.
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